Desde hace tiempo quiero agradecer a Alfredo Prieto Martín sus comentarios, son más que comentarios, y reflexiones en este blog de Innovación Docente Universitaria en Biología. Por mi parte lamento mi escasa contribución, incomprensible teniendo en cuenta que es un tema que forma parte de mi trabajo y de mis intereses.
En relación con los últimos comentarios sobre las dificultades de los alumnos para protagonizar su propio aprendizaje, manifiesto al final de este curso que esa dificultad es una realidad. Y quiero matizar que una parte del problema puede estar en no distinguir claramente entre clases magistrales y clases de resolución de problemas o seminarios. En algunos campos esta distinción no siempre está bien definida, es el caso de asignaturas teórico-prácticas en las que la resolución de un problema o el planteamiento de un debate requiere establecer previamente ("magistralmente") unas bases teóricas. Muchas veces una misma clase contempla y desarrolla ambos tipos de enseñanza. Y cuando esta situación se repite a lo largo de un curso, al final cuando se pregunta a los alumnos el tiempo que ellos destinarían a los dos tipos de clase, no pueden hacer una nítida distinción.
Por otra parte, cuando se pregunta el tiempo que dedicarían a las tutorías y a la realización de seminarios, contestan que el 20% del tiempo de trabajo del alumno, es decir, el doble del tiempo dedicado. Esta respuesta no se puede comprender del todo si tenemos en cuenta que a la tutoría acuden libremente y los seminarios son también decididos por ellos. ¿Querer y no poder? ¿Encuestas frente a la realidad del aula?.
martes, 10 de junio de 2008
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2 comentarios:
Gracias por el reconocimiento Elena. Yo también aprecio mucho tu papel como contribuidora a este blog que tiene 55 miembros de los que el 90% no son especialmente participativos y todavía se han atrevido todavía a hacer una contribución conceptual. Por lo visto muchos miembros son muy remisos a contribuir, a participar, a hacer precisamente eso que queremos que nuestros alumnos hagan en el EEES, atreverse a participar.
Nos quejamos con amargura de que el 10 por cien de nuestros alumnos más participativos son los que realizan el 90% de las contribuciones a nuestras clases (el resto no participan) y luego nos volvemos tímidos cuando se trata de participar en un blog.
¿Cómo podemos hacer que nuestras clases sean más participativas y que una mayor parte de nuestros alumnos contribuyan?
En mi opinión debemos introducir mas nivel de participación del alumno incluso en las clases “teóricas” debemos conseguir que incluso cuando transmitimos contenidos esa transmisión sea interactiva y contenga intervalos de tiempo dedicados a que el alumno trabaje con la información que le estamos proporcionando.
Nos quejamos con frecuencia de que nuestros alumnos no se implican en las actividades que les planteamos. Es cierto, pocos de nuestros alumnos están preparados para pensar en clase y tener el atrevimiento de opinar exponiéndose a errar en público.
¿Cómo hacérselo más fácil?
Hagamos que examinen los materiales que les damos y nos contesten primero por mail en privado a cuestiones que después plantearemos en clase.
Si lo hacemos tropezaremos con otro problema. Pocos de nuestros alumnos están dispuestos a estudiarse los contenidos por su cuenta o realizar ejercicios de preparación antes de que los materiales sean contados en clase. A menos que reciban algún premio por ello. Debemos pensar como podemos recompensar el estudio previo u la participación. Para hacerles llegar los materiales se los mando a una lista de distribución de mail en la que entran aquellos alumnos que firman un compromiso para recibir los materiales a cambio de revisarlos antes de clase. Para fomentar la participación yo sigo un método que se llama "Si preguntas, un positivo te apuntas(en la lista de asistencia)"
La expectación de nuestros alumnos cuando el profesor entra en el aula es: qué les contará en esa clase. La expectación de los alumnos cuando empieza la clase no se refiere a lo que ellos deberán hacer pues suponen que será atender y tomar notas. Es a lo que les hemos acostumbrado desde siempre. Es un sistema muy cómodo en el que ellos no tienen que hacer nada y por ello costará vencer la inercia de la cómoda costumbre para convencerles de que la alternativa (que ellos deben trabajar antes de que su profesor les explique) es mejor.
Debemos cambiar las expectaciones de los alumnos para que decidan venir a clase pese a que esto suponga que deben trabajar para estudiar el material y realizar tareas. ¿Cómo hacerlo?
Lo primero es justificar el cambio de enfoque:
Yo les digo: debéis hacer tareas y estudiar por vuestra cuenta los materiales pues aprenderéis mejor y desarrollaréis competencias esenciales para llegar a ser buenos profesionales. Los que no hagan este cambio mental y de actitud no las desarrollarán y dentro de unos años cuando se encuentren a un excompañero de promoción en un Mc Donalds sólo podrán decirle “Su hamburguesa, gracias ”
Lo segundo es premiar a los que cambien y establecer normas que fomentan la participación y desincentiven la pasividad. Nuestro objetivo es que adoptar una actitud pasiva no sea una alternativa viable en nuestras clases. Al respecto os voy a contar una técnica que he ideado y he puesto en práctica en el último cuatrimestre con resultados excelentes y que denomino SBL “Spam Based Learning”®
El primer día de tu asignatura les pasas una hoja de asistencia y les cuentas que se va a valorar la asistencia y la participación. Que los que quieran recibir los materiales antes de las clases por e-mail deben escribir (con claridad) su buzón de e-mail y firmar en otra casilla su compromiso a examinarlos antes de que se imparta la clase y a realizar actividades sencillas (al menos cuando ya has estudiado los materiales) que se les propondrán por e-mail o en clase. Entrar en esta comunidad de aprendizaje virtual y realizar el 80% de los ejercicios dará derecho a un aumento en la calificación final de hasta un punto.
Lo tercero es planificar actividades cortas para intercalar en cada clase y tareas de preparación y aplicación de los materiales entre las clases. En las clases debemos sacar ventaja de que los alumnos han examinado los materiales plantear cuestiones pedir ejemplos y aplicaciones de los materiales que vamos explicando. Debemos hacer que nuestras clases pasen de ser expositivas a ser interactivas.¿Cómo se hace esta transformación?
A continuación incluyo un ejercicio que utilizo con este fin en los cursos de formación del profesorado que imparto en distintas universidades.
Ejercicio: prepara una clase interactiva®
Instrucciones
1. Escoge una de las próximas clases que debes dar.
2. Escoge el 20% menos importante o más accesorio y elimínalo o (si te duele) pásalo a un apéndice de ampliación (ya tienes 12 minutos libres para introducir actividades que refuercen al aprendizaje de los aspectos más esenciales)
3. Pon un principio en el que resumas lo que se va a dar y los ejercicios que se van a hacer.
4. Durante la clase pregúntales e intenta motivarles para que pregunten. Por ejemplo “Pregunta y te apuntas”® a los alumnos que pregunten o respondan a tus preguntas les das la lista para que se apunten un positivo. Cinco participaciones suben una décima de calificación final
5. Escoge para intercalar en la clase uno o dos ejercicios: estudio de caso, hacer un mapa mental (puedes usar tareas que mandabas para casa o preguntas de examen y convertirlas en actividades para realizar en clase).
6. Acaba con alguna actividad en la que ellos tengan que resumir o aplicar lo que han dado en clase.
• No es necesario que me entreguéis la clase que preparéis pero si la respuesta a las siguientes preguntas.
¿Cuánto has tardado en adaptar la clase?
¿Qué es lo que te ha llevado más tiempo en el proceso?
Repasar el material y decidir que quitar
Idear o encontrar actividades para intercalar
Multiplica por el número de clases de la asignatura que debes impartir y tendrás una estimación del coste del rediseño o “tuneado” de las clases teóricas de tu asignatura.
Recomendación: Haz que las diapositivas estén disponibles para tus alumnos antes de la clase e incentívales para que las examinen por ejemplo proponiéndoles realizar ejercicios que después se discutirán en clase.
Finalmente debemos reforzar este enfoque de estudio a lo largo de todo el cuatrimestre con actividades de evaluación continua. Por medio de la realización de “exámenes de pega” (mock tests) y concursos.
El más difícil todavía, debemos conseguir que este sistema les guste a nuestros alumnos (la mayoría de los alumnos tienden a esforzarse lo mínimo excepto cuando están disfrutando con lo que hacen) y mi experiencia me enseña que es posible que los alumnos se impliquen con gran energía cuando su profesor es capaz de proponerles un plan de actividades atractivo en clases entretenidas y por que no divertidas.
Cómo me gusta decir:
“No hay fuerza humana que sea capaz de detener a un alumno que ha decidido que quiere asistir a la siguiente clase de un buen profesor.”
Hola Alfredo,
Te felicito porque me parece maravillosa tu forma de motivación de los alumnos y tu gran dedicación a la docencia. Yo he trabajado en modelos parecidos al tuyo .... os los contaré en otra entrada .... y sé por experiencia personal la cantidad de energía que consume el profesor en este tipo de procesos.
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