Desde hace tiempo quiero agradecer a Alfredo Prieto Martín sus comentarios, son más que comentarios, y reflexiones en este blog de Innovación Docente Universitaria en Biología. Por mi parte lamento mi escasa contribución, incomprensible teniendo en cuenta que es un tema que forma parte de mi trabajo y de mis intereses.
En relación con los últimos comentarios sobre las dificultades de los alumnos para protagonizar su propio aprendizaje, manifiesto al final de este curso que esa dificultad es una realidad. Y quiero matizar que una parte del problema puede estar en no distinguir claramente entre clases magistrales y clases de resolución de problemas o seminarios. En algunos campos esta distinción no siempre está bien definida, es el caso de asignaturas teórico-prácticas en las que la resolución de un problema o el planteamiento de un debate requiere establecer previamente ("magistralmente") unas bases teóricas. Muchas veces una misma clase contempla y desarrolla ambos tipos de enseñanza. Y cuando esta situación se repite a lo largo de un curso, al final cuando se pregunta a los alumnos el tiempo que ellos destinarían a los dos tipos de clase, no pueden hacer una nítida distinción.
Por otra parte, cuando se pregunta el tiempo que dedicarían a las tutorías y a la realización de seminarios, contestan que el 20% del tiempo de trabajo del alumno, es decir, el doble del tiempo dedicado. Esta respuesta no se puede comprender del todo si tenemos en cuenta que a la tutoría acuden libremente y los seminarios son también decididos por ellos. ¿Querer y no poder? ¿Encuestas frente a la realidad del aula?.
martes, 10 de junio de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)