miércoles, 12 de diciembre de 2007

Lo que necesitan aprender los alumnos de quinto curso de biología (de la especialidad sanitaría)

Hace unas semanas revise unos cuestionarios de expectativas formativas que había hecho rellenar a principio del cuatrimestre a mis alumnos de inmunología clínica de quinto curso (especialidad en biología sanitaria). Uno de ellos escribió:

"Lo que necesitamos es una formación práctica de verdad, prácticas de laboratorio reales, sin recetas ni instrucciones que seguir al pie de la letra, no necesitamos que nos conviertan en DISCOS DUROS BIOLÓGICOS".

La primera mitad de su demanda me agradó pues precisamente los profesores de mi área enfocamos la formación práctica de esta asignatura de esa manera innovadora (que el alumno solicitaba) utilizando métodos de aprendizaje por medio de problemas y prácticas en las que los alumnos deben buscar y decidir los protocolos experimentales que emplearán en el laboratorio. Sin embargo la segunda parte: “no necesitamos que nos conviertan en DISCOS DUROS BIOLÓGICOS" me golpeo en pleno lóbulo frontal y me dejo ensimismado. Desde entonces, cada vez que en clase me dedico a transmitir conocimientos sufro un sentimiento de culpa, una incomoda sensación de no estar haciendo lo apropiado, de no estar haciendo lo mejor para mis alumnos.

Se perfectamente que no tiene sentido transmitir tanta información a nuestros alumnos para que estos la empollen antes del examen y la olviden a las pocas semanas (la ineficacia formativa de este abordaje esta demostrada hasta la saciedad por toneladas de literatura científica sobre el aprendizaje de los estudiantes universitarios). La mayoría de los profesores universitarios con sentido común también lo saben y yo coincido con ellos. Sin embargo, pese a este posicionamiento teórico en contra del método tradicional, yo (y la mayoría de mis compañeros) seguimos cautivos de la práctica tradicional.

Por ejemplo, yo pese a ser un innovador desde 1997 continuo haciendo lo habitual, tengo una asignatura y unos temas que enseñar y unos contenidos que transmitir a mis alumnos. Intento hacerlo a través de nuevos métodos, las clases interactivas, que son unas clases expositivas en las que intento introducir tiempo de actividad y protagonismo para mis alumnos. Intento darles tareas, intento que participen, pero la triste realidad es que sigo dedicando la mayor parte del tiempo de mis clases a transmitir conocimientos a mis alumnos. Estaba contento con los resultados de mis innovaciones hasta que mi alumno me hizo chocar con la realidad al escribirlo con tal claridad: “no necesitamos que nos conviertan en DISCOS DUROS BIOLÓGICOS".

Desde entonces cada vez que doy una clase magistral a mis alumnos y les explico los detalles de la respuesta inmune frente a los patógenos, siento dudas y remordimientos, me planteo: ¿realmente es necesario transmitir tanto, para producir tan poco aprendizaje permanente? ¿tiene algún sentido en el siglo XXI en el que tenemos la información a un clic de distancia seguir enseñando de esta manera, intentando transmitir montañas de conocimientos obsolescentes para que se olviden al poco tiempo? Lamentablemente hay muchos profesores universitarios que responderían con un Si inequívoco a estas preguntas. Sin embargo, creo que a día de hoy son más los profesores que saben que la respuesta es No, pero nadie les muestra el camino para cambiar la manera de reconvertir su actividad docente, nadie les ayuda a evolucionar a una docencia basada en en al aprendizaje activo del estudiante.

Yo se desde hace muchos años que la respuesta a las dos preguntas es No e intento ser coherente y por ello soy uno de los pioneros del uso del PBL (problem based learning) en nuestro país. Sin embargo, pese a mis actividades innovadoras, la mayor parte de mi práctica docente se mantiene como si la respuesta correcta a la pregunta antes planteada fuera Si, pues la verdad es que sigo dedicando la mayor parte de mi tiempo de clase a transmitir los conocimientos de mi disciplina.

El lunes tras una brillante clase expositiva, me iba como un torero triunfador por la puerta grande, cuando este alumno me abordó y me preguntó: ¿Crees que la clase que nos has dado nos ha servido para algo? le respondí: "Hombre, he intentado resaltar los conceptos mas importantes y las relaciones entre ellos y os he preguntado y os he pedido ejemplos para asegurarme de que entendíais lo más importante, pero realmente tienes razón en una cosa: yo no me había planteado antes de venir a clase, para que os podía servir lo que tenia planeado contaros, simplemente era la siguiente clase del temario de la asignatura.” Le pregunte ¿le has planteado esta pregunta algún otro profesor? (tenía curiosidad por saber que le habían respondido). "No nunca lo he hecho, pero si te lo he preguntado a tí es porque tu eres el primer profesor que nos ha hecho una encuesta sobre nuestros intereses formativos".

Espoleado por este alumno inquisitivo, he decidido discutir en mi clase los resultados del cuestionario que mis alumnos habían rellenado en la primera clase de mi asignatura y el martes discutí con ellos sobre que es lo que necesitan aprender para convertirse en biólogos competentes. A continuación muestro el ranking de las necesidades formativas sentidas por ellos (apuntadas en un cuestionario de preguntas abiertas). Son los ocho aprendizajes que mis alumnos casi licenciados (están en el penúltimo cuatrimestre de su carrera de biología) consideran que todavía necesitan adquirir para convertirse en biólogos competentes:

1. Practicar con independencia en laboratorios (no seguir guiones) , 11 alumnos.

2. Aprender más métodos de laboratorio, 6 alumnos.

3. Mejorar su dominio de idiomas (inglés), 6 alumnos.

4. Razonar y relacionar conceptos, 4 alumnos.

5. Aumentar su base de conocimientos de biología, 3 alumnos.

6. Buscar y asimilar información científica, 3 alumnos.

7. Aprender a comunicar oralmente trabajos científicos, 3 alumnos.

8 Realizar practicas externas en empresas y hospitales. 2 alumnos.

Ante tales demandas formativas (que me parecen reales y muy acertadas) yo les he dí mi humilde opinión sobre lo que los profesores podemos hacer para ayudarles a lograr esos aprendizajes:

  1. Cambiar radicalmente el sistema de prácticas para que nuestros alumnos desarrollen su autonomía y autosuficiencia para trabajar en un laboratorio.
  2. En lugar de enseñarles más métodos de laboratorio, enseñarles a buscar por si mismos, poner a punto, y validar un método cuando este les sea necesario.
  3. Aconsejarles sobre la importancia de aprender inglés para ejercer la profesión de biólogo y hacerles trabajar con bibliografía y materiales didácticos en inglés.
  4. Con respecto a lo de desarrollar su capacidad para razonar y relacionar conceptos sus profesores deberíamos hacer ejerciten en estas competencias trasversales razonando con los contenidos de nuestra asignatura en tareas escritas y participación en clase.
  5. En relación a lo de aumentar la base de conocimientos les he comentado que en mi opinión el camino correcto no es el de transmitirles más conocimientos todavía (el abordaje tradicional) sino enseñarles por medio de actividades y proyectos a aprender autónomamente aquellos conocimientos que vayan necesitando para resolver los problemas que les planteamos.
  6. En cuanto a lo de hacerles ejercitar el proceso de información científica les comente que no basta con que trabajen con información bibliográfica (búsqueda, organización, asimilación e integración) también debemos enseñarles a procesar información experimental (recopilación, análisis e interpretación de datos).
  7. Debemos hacerles practicar la Comunicación científica, pero no sólo la oral, cuya necesidad sienten pues constatan su dificultad cada vez que les enfrentamos a la necesidad de hacerlo, sino también la comunicación científica escrita que lamentablemente tan poco se ejercita en las universidades españolas.
  8. Las facultades de biología deben facilitar prácticas externas mediante convenios con empresas e instituciones.

Finalmente les planteé un ejercicio para que reflexionaran sobre que sobre podrían hacer ellos para ayudarse a si mismos a lograr esos aprendizajes que tanto necesitan.

Ayer al salir de clase, sentí que la hora de clase que había destinado a esta actividad si les había servido para mucho más que otra hora más del temario oficial de inmunología clínica. Les sirvió para reflexionar sobre lo que necesitan aprender (que bastante falta les hace). Sin embargo, al firmar la clase sentí un resquemor: Si la comisión académica de mi facultad tuviera conocimiento de mis "actividades subversivas" en tiempo destinado a la docencia de teoría ¿volvería a recomendarme el utilizar "una metodología más clásica" para impartir mi asignatura? No creo que lo hagan pues ahora están muy ocupados con los nuevos planes de estudio.

Posiblemente las comisiones académicas deberían tener en cuenta las necesidades formativas sentidas por los alumnos que se preparan en nuestras facultades a la hora de tomar decisiones sobre los nuevos planes de estudios. No creo que dediquen a este punto de vista gran atención pues en general seguimos obsesionados con la transmisión de conocimiento disciplinar y por tanto los nuevos planes serán un nuevo reparto de materias y sus correspondientes cargas docentes entre los distintos departamentos.

Por si acaso, y para no levantar sospechas hoy miércoles he vuelto a la normalidad continuando con mi siguiente clase del temario de inmunología clínica. Sin embargo, he programado incluir en ella un pequeño estudio de caso y la elaboración de un mapa mental que resume el ultimo tema que hemos dado. Me ha servido para que ellos participaran durante 15 minutos y para darme cuenta de que los alumnos de quinto no son capaces de dar una definición exacta del término "hipótesis científica". Creo que tras la actividad no se les olvidará nunca. Tenemos que mejorar mucho la formación de nuestros alumnos y para ello debemos cambiar el uso del tiempo que hacemos en clase, ya han practicado suficientemente su competencia para la estenografía aplicada a la toma de apuntes, ahora denben practicar otras competencias.

Sus profesores debemos aprovechar estos últimos años que nos quedan para desarrollar un repertorio de actividades formativas con las que nuestros alumnos puedan profundizar en los conocimientos de nuestra asignatura y desarrollar las competencias que necesitarán para su ejercicio profesional como biólogos en el contexto de los nuevos planes del EEES.

Para aquellos que busquen ideas y modelos para innovar, os recomiendo descargaros el pdf del artículo que hemos publicado en la revista Aula Abierta 87 (1996) 171-194 sobre nuestras experiencias en aprendizaje basado en problemas con estudiantes de biología.

http://www2.uah.es/problembasedlearning/abp4por4.pdf